Junio 2023
¿La IA reemplazará a las personas en su trabajo?
Muchas noticias y preocupaciones han surgido alrededor del uso de la inteligencia artificial, con la salida del modelo de lenguaje natural más conocido, Chat GPT, y el uso que le han podido dar las empresas a la hora de generar ideas, redactar, corregir y crear contenido, sale a la luz una de las más grandes preguntas que hemos tenido desde la creación de la tecnología en sí, ¿Esto me reemplazará en el trabajo?
¿Cuál es la verdadera capacidad de la IA?
Primero que nada hay que entender cuál es la verdadera capacidad que tiene la inteligencia artificial y como funciona, si bien hay muchas definiciones de lo que es inteligencia, según una búsqueda rápida, podemos definirla como:
“Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.”
Tomando esto en cuenta podemos decir que a ciencia cierta la IA está muy cerca de lograrlo, sin embargo aún hay un largo camino por recorrer.
Formemos un ejemplo con Chat GPT al hacer una operación simple, una multiplicación de varios dígitos como “756875 x 312313” con dos diferentes herramientas, la calculadora de Google, la cuál hace las operaciones de una manera tradicional, y Chat GPT, que intentará darnos un resultado con su modelo de predicción de respuestas.
Al comparar resultados podemos ver una clara diferencia:
- El resultado de una calculadora tradicional es de 236,381,901,875.
- Mientras que el resultado que nos da Chat GPT es de 236,261,698,375.
¿Por qué al ser una herramienta tan poderosa no puede resolver una de las operaciones que podría hacer hasta la calculadora más básica?
La respuesta a esto es simple y basta con regresar a nuestra definición de inteligencia que antes mencionamos, la capacidad de razonar. Si bien el mérito es enorme por parte de la IA y nos da un resultado acercado, no hace falta leerlo dos veces que por más parecido es incorrecto y esto se debe a la misma naturaleza del modelo, este predice respuestas, no las razona.
Herramientas predictivas como Chat GPT no cuentan con un nivel racional que los haga decir “voy a usar un sistema de cálculo para resolver esto”, solo predicen con base al conocimiento que se les ha otorgado, en este caso el modelo puede predecir que como se le dio una multiplicación de un número de 6 dígitos con un número de 5 dígitos, la respuesta probablemente podría ser un número de 9 dígitos, de igual manera como uno de estos números termina en 5, hay mucha probabilidad de que el resultado sea un número que termine en 5.
Y en estas suposiciones es donde encontramos el problema, el modelo de lenguaje aún no razona o deduce, solo pronostica respuestas de acuerdo a la información que tiene en su base de datos.
Vamos a intentarlo de nuevo, esta vez dándole la respuesta correcta, y también una incorrecta.
Como podemos ver en ambos casos nos dice que cometió un error y el resultado que nosotros le dijimos es correcto y es aquí donde encontramos otro de sus puntos débiles, la falta de disputa.
Las herramientas de este tipo están creadas para ser de ayuda a para quien las use al momento de dar sus respuestas y caen en la segunda ley de la robótica.
“Un robot debe obedecer a un ser humano”
Es por esto que si le decimos que está mal, nunca va a buscar decirnos que nosotros nos equivocamos, simplemente lo reajustará en su base de datos y si alguien le hace exactamente la misma pregunta que nosotros, también le dé una respuesta incorrecta.
Afortunadamente en este caso nosotros lo hacemos a manera de ejemplo y tenemos forma de comprobar su error. Pero, ¿qué pasa cuando no es así? ¿Qué pasaría si una empresa se dedica a hacer todo su estado de resultados con la herramienta? o, ¿si un escritor solo busca corregir su texto sin revisarlo nuevamente?
Sabiendo todo esto podemos dar una respuesta certera, no lo sabemos, si bien puede que la herramienta lo haga perfectamente, también hay la posibilidad de que esta nos diga algo completamente incierto.
Regresando a lo importante, ¿verdaderamente esta herramienta reemplazará trabajos?
Miles de creadores de contenidos, programadores, diseñadores y entre otros tienen una gran preocupación respecto a esto y, al parecer, hay una probabilidad de que sea así. Sin embargo no hay que olvidar lo también mencionado, la IA es una herramienta, y al igual que cualquier herramienta (por ejemplo una máquina de armado de coches) requiere de intervención humana para funcionar y de mantenimiento y optimización.
Si bien existen miles de usos y la capacidad de la IA es enorme, no tiene un motivo para hacer actividades y no cuenta con el ojo experto de un humano capacitado. Las herramientas de IA serán un avance enorme y que al igual que lo ha hecho siempre la tecnología, se comerá a quien no pueda usarla y le será de mucha ayuda a quien pueda aprovecharla.
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Autor: Gerardo Greaves (CEO)